Creo que esta es la entrada más especial pero también la más difícil que he tenido que escribir.
Cómo trasmitir en un post toda la emoción vivida?
Voy a intentar enseñaros un poquito en imágenes, puesto que las palabras siempre se quedan cortas.
Una de las mejores cosas fue tener a la gente más importante tan cerca desde el primer momento. Abrir los ojos a las seis de la mañana con mis dos personas, una a cada lado de la cama y tenerlas todo el día tan pendientes de consentirme todos mis caprichos.
La primera parada fue en Los Bigudíes de Rubíes (se comenta por ahí que son especialistas en recogidos de novia), donde me esperaba Sandra, que es la otra mitad de Bigudíes, para peinarme y mi Ana Albiol para hacer mágia con sus brochas (y vaya si la hizo).